Es tan raro. Te quiero, algo de cierto tiene eso. No sé exactamente qué es ni hasta dónde es, pero es. No sé qué eres, qué somos, qué estamos haciendo, pero estás aquí, estás algunos días conmigo, otras noches escuchándote cómo es que bajas las estrellas y dibujas un camino con ellas, en un andar para ambos.
Quisiera creer, quisiera acercarme y sólo dejarme matar con balas ilusorias. Dejarme caer en tus brazos, morir en tu boca insana. Te doy mis ganas de besarte, de saberte conmigo de vez en cuando, de esas veces cuando nos queremos sin nada ni nadie al rededor, así te quiero querer.
Con más o menos sentimientos, esto siempre será jugar a la ruleta rusa, ya sea contigo o con otro. Ya sea con tus labios o con los ojos de otro, ya sea con mis ilusiones o con todo mi corazón. Ya sea que no te conozca o crea conocer a otro. Siempre esto será incierto, menos tus besos, esos serán francos cuando me digan que me quieren contigo.
Quizás te pida que me beses o quizás te bese en un accidentado "descuido" que planees, no lo sé. Fuimos detrás de mariposas imposibles, fui corriendo detrás de ellas con mis alas rotas, con mis heridas cicatrizadas, con tus besos a mi espera.
Entonces solo sonreíste, entonces ya no era esto tan malo, ya no era tan lejano, ya no éramos dos extraños que se conocían un poquito, ya éramos algo más, pero aún no sabíamos qué.