Daria

Daria

12/7/15

Gemela.... ¿yo?

Pues según cuenta la historia, cuando mi querida tendría 2 o 3 meses de embarazo, le vino un sangrado que ya me daban por esfumada de mi aquella pre-vida en el mundo. Pero ella inmediatamente fue al hospital, donde sin análisis ni nada le dijeron que era mejor hacer la “limpieza respectiva” que lo más probable era que ya me había perdido, pero no se confió y se fue a hacer una ecografía en la cual…AHÍ ESTABA YO (creo que era obvio que diría eso, no?) estaba haciendo un gesto de Hola y poniendo mi carita para salirme con la mía y que no me exterminaran xD AHÍ HABÍA UNA VIDITA REVOLOTEANDO



Conclusión del caso (y de mi querida), que lo más probable es que hayan sido gemelas, como para que el doctor, por la cantidad del sangrado, haya pensado que ya se había perdido al bebé. Y aunque suene mal o cruel, pero no me hubiese gustado tener una gemela. Al ser hija única no es que sea egoísta o blablablá todas esas pavadas que suelen pensarse, quizás en otr@s hij@s únic@s sea cierto, pero en mi caso no, o al menos no más de lo debido, que santa tampoco soy.

En Lima crecí con mis primos y viví con 3 de ellos por 14 años, los mayores hombres casi de mi edad y la última mujer (a la que le paso por 5 años) así que comprenderán con quienes congeniaba más. Cuando éramos los tres (sin mi prima, por cierto hermana de ellos), al principio, cuando yo tendría 2-3 años el mayor (que me pasa por un año) me terminaba pegando siempre que jugábamos, de chiquito era un picón de primera fila! Y yo le discutía porque no era justo y terminaba en una mecha en la que obviamente yo terminaba hasta las patas, luego mi tía y mi mamá nos reconciliaban en plena lloradera y volvíamos a jugar y volvía a pegarme y nos volvíamos a amistar (bis “n” veces), pero a los 4-5 años comencé a defenderme, incluso más aún después del suceso con el chibolito gordo que me pegaba en Nido que les conté en  este post

Bueno cuando estaba por cumplir 5 años (o sea tenía 4, sí adivinaste), nació ella, mi prima, claro que no supe que sería mujercita hasta que llegó a la casa. Y los días pasaron y ok ella estaba ahí y yo jugaba con mis primos etc. Mi vida hasta eso, era normal y seguía su típico transcurso…hasta que… mi mamá le empezaba a tomar un interés (natural de tía) a su sobrina no?, pero PARA MÍ A MIS CASI 5 AÑOS, NO LO VEÍA NORMAL! Algunas de las cosas que le hacía, ya lo conté aquí AQUÍ.

Cuando a ella le compraban una Barbie y coincidentemente a mí también me gustaba, pero a ella se la compraban primero, oh, coincidencia! Me dejaba de gustar y me buscaba otra más bonita jaja, el punto es que no me gusta que me copien ni tampoco copiar, quizás te puedas guiar de algunas cosas de otras personas pero no ser idéntico pues, siempre debes darle a todo tu toque personal…o eso pienso yo.

Entonces, con esos pocos sucesos que les he contado, ¿creen que hubiese sido conveniente que Yo tenga una gemela? Sobretodo porque soy súper-hiper-archi-mega celosa con mi mamá, claro que fueron pasando los años y me fui moderando ("madurez"), pero pienso que ha de ser por el hecho de que siempre hemos sido sólo las dos.

Hay otros datos interesantes dentro de los gemelos casi en general, que se cumple casi al pie de la letra:

- Los papás, los suelen vestir iguales. ¡Yo me desesperaría! Quizás y le hubiese sacado la ropa a mi gemela virtual xD jaja

¡sácate mi ropa!

- Uno suele ser más tranquilo que el/la otr@. 

- Hay excepción de las reglas claro, he visto también a aquellos que ese lazo los une mucho más y son casi inseparables en el sentido de apoyo y cariño incondicional.
 

En fin, no sé y nunca sabré cómo habría sido mi hipotética gemela (en su forma de ser, porque físicamente es obvio, no?) -dice mi mamá que ella hubiese sido la tranquila.... ¿qué me habrá querido decir?-, pero sé que hubiese sido muy complicada mi relación con ella, aunque no me hubiese quedado de otra que acostumbrarme, no me siento incómoda ni nada por el estilo de ser hija única, ya que al crecer con mis primos no sentí esa “ausencia”.

Soy muy cariñosa con mi mamá me gusta darle millones de besos y hasta se llega a hostigar y cuando está así le digo: Pero tú me has contado que querías tener 3 hijas mujeres. A lo que ella responde: Sí, tres, pero tú haces por veinte!   ¿Ya ven? Todo pasa por algo.

Conclusión: Yo solita, tranquilita y feliz. No creo haber nacido para tener una gemela.