Daria

Daria

15/9/14

Paula

"Ese día fue pleno de confusión, órdenes contradictorias, despedidas apresuradas y esfuerzos sobrehumanos para acomodar las maletas sobre el techo de los automóviles que nos conducirían al puerto para embarcarnos al norte."  -Isabel Allende-


Nicolás, Isabel y Paula

Quería comentarles que casi sin querer terminé leyendo este libro. Un día fui a comprar los libros para la facultad y noté que me sobraba plata, así que dando vueltas, encontré unos libros de Isabel Allende, y me dio curiosidad sobretodo por Paula, que no lo encontré en el estante, por cierto. Pero recordé cuánto lo había recomendado Gary, se lo pedí a la señora de la tienda, y no lo tenía, un par de minutos más deambulando por los estantes... zás! la señora apareció con el libro y lo compré. Ese mismo día comencé a leerlo y no podía creer que me hubiese atrapado al instante. 

Me gustan los libros más realistas, digamos, o que se basan en algún hecho concreto ocurrido. Es por esto que los primeros libros que me llamaron la atención fueron los del terrorismo y luego la crónica de la vida que se hizo de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso en "La cuarta espada".

Al leer a Isabel, he ido conociendo a la escritora, me parece que es un buen libro de base, para conocerla y así darte una idea de sus siguientes libros, así como el por qué relata luego sus historias. Ella misma comenta en el libro, algunas de sus otras obras y en qué se basaron para crear a algunos de los personajes o situaciones.

Para no desperdiciar la frase del libro que extraje al inicio del post, podría contarles un poquito del día que fui al norte. 



Días antes con una amiga, tratábamos de sacar unas canciones, ella ponía la música con su guitarra y yo la letra. Por esos días, el tema era la despedida, así que traté de escribir respecto a eso, pero quedó a medias. Luego vinieron los días en apuros. Mi mamá había viajado con un mes de anticipación para terminar el trato del departamento y arreglar un poco las cosas. Yo esperaba en Lima la señal de fuga, o en realidad no la esperaba, no quería irme del todo, por los amigos y familia que dejaba, pero por otra parte sentía ilusión de la nueva vida que me esperaba, nos esperaba; por primera vez, viviríamos solas. 

Y llegó el día, ya había fecha para mi viaje, por primera vez viajaría sola, tantas horas. Durante el medio día y parte de la tarde fui a despedirme de mis amigas más cercanas (eran-son dos), de los chicos no me despedí porque bueno, ya sabían que me iría, y esas melosadas a los hombres no les interesa mucho, ¿total? iba a volver en las vacaciones luego de exámenes trimestrales (así son mis queridos malditos y he aprendido cómo demuestran ellos su cariño y preocupación), y en esos tiempos era (soy) cercana solo a dos chicos, el resto eran patas pero no de tanta confianza. 

En la tarde, mi casa era un alboroto, todos se volvían locos, yo relajada, con mis cosas ya listas. Mis abuelitos me llevaron a la agencia y al subir al carro, no terminaba de creer que realmente me estaba yendo, que tendría que comenzar de cero. Traté de hacer conciencia, pero nada, hasta no pisar esa nueva tierra, no lo terminaría de creer.

Al subir al bus pensaba en mis amigas, en las jodas que los chicos hacían en el salón, en la chacota con mis queridos malditos. En mi familia, mis primos, con los que había vivido siempre, los que me hicieron sentir que no era hija única, del todo. En cómo sería vivir las dos solas, repartirnos las tareas, convivir más. Mis abuelitos, que en ausencia de mi mamá durante su trabajo, siempre estuvieron conmigo. Y no menos importante, Trent, el chico que hacía unos pocos meses antes de irme, había conocido y me había dejado tan lela. Y ahora que lo pienso, creo que ese fue el comienzo de mi karma con los amores de lejos jaja