Hace ya unos meses, mi flaco me dijo que yo tenía un caparazón, una necesidad de mostrar mi fortaleza y contrarrestar mi sensibilidad. Yo lo he negado hasta el final, obviamente jaja.
Hasta hace unos días que me sentí sola, de la nada. Me acordé de ciertas cosas en diferentes momentos de mi vida y que a veces no recibes la misma importancia que das, o quizás es mi exageración, no sé. Las personas solemos esperar que se nos retribuya exactamente de la misma manera en que damos. Y eso, jamás va a pasar. Todos somos diferentes.
Al pensar eso, me decía a mi misma que debía ser un poco más despreocupada, más fresh, con respecto a los otros. Fue entonces que me recordé y me di cuenta del caparazón del que me hablaba mi chico.
Y todo tiene principios entrañables desde la infancia, quizás hasta intrauterinas! Bueno, dejémoslo en que sea desde las experiencias infantiles.
Es debido a "X" (mi papá) que jamás estaré segura de un "juntos por siempre", aún estando casada. Obviamente será lo que esperaré y querré, pero no podré sentarme en mis laureles ni aún cuando eso pase. Ni aún cuando hayan hijos. Él fue mi mayor ejemplo de que no importa el haber gritado a los cuatro vientos que supuestamente amas a esa persona, haber hecho todo el show del matrimonio ni que hayan hijos de por medio, cuando la vas a cagar, simplemente la cagas y ya.
Esto y algunas otras experiencias personales más, me han servido para ser lo fresh y despreocupada que soy ahora con respecto a esas cosas en cuestiones futuristas. Nunca planeo más allá de las próximas vacaciones, no porque no crea en lo que siento yo o él, es porque nunca sabes del todo con quién estás.
Me aterra la desilusión, me enamoro a medida que pasan los días, a medida que me demuestran amor. No me atormento con un futuro que quizás no pasen de ser solo ideas.
Me he dado cuenta del caparazón que llevo. No es que no sea sensible, solo que prefiero ser fuerte, porque de por sí lo soy. Y lo sensible lo guardo solo para ciertos momentos muy graves.
No sé si mi chico ha aprendido a quererme así, con este caparazón, si sigue aún aquí debe ser porque se va acostumbrando, y porque ha sido el único que lo ha revelado al punto de decírmelo, de ponerlo en la mesa y hacérmelo notar. Espero que mi armadura no lo espante, ni a él ni a nadie.
Cada decepción de cualquier aspecto, nos hace generar un mecanismo de defensa, a veces lo es la cólera, la fuerza, el olvido, la indiferencia, el odio, la venganza, etc. Y es un arma de doble filo, sin embargo creo que es muy de románticos eso de lanzarse a confiar o al amor sin medir las consecuencias e ilusionándose demasiado y más aún a futuro.
Creo que ir paso a paso es lo más sano, no ser negativos, las cosas pueden ser buenas pero es mejor no idealizar y ver cómo van yendo las situaciones y las personas que nos rodean, armar un futuro bonito de nosotros mismos, es lo más seguro que podemos tener y generar.